¿Te imaginas la montaña rusa de emociones que enfrentaron los discípulos de Jesús en esa primera Semana Santa? Parecía que todo lo que soñaban que sucedería se haría realidad al comenzar la semana, pero para el viernes estaban abrumados, asustados y corriendo por sus vidas. No tenían idea que después de esa hora más oscura verían la resurrección de primera mano. Pero cómo debieron haber luchado, cuestionado y llorado juntos. Este año en todo el mundo nos vemos obligados a permanecer quietos mientras nos adentramos a la Semana Santa. No hay vacaciones de primavera, ni cenas familiares de Pascua, ni reuniones de la iglesia para planificar. Todos estamos teniendo tiempo para contemplarlo, inhalarlo, considerar lo que significa enfrentar la muerte y creer de nuevo en la esperanza de la resurrección. […]