Valoramos el amor, la dignidad y el respeto, y estamos comprometidos a que estos valores prosperen en nuestra comunidad.
Estamos cumpliendo con nuestro llamado a amar a Dios y amar a los marginados.
Creemos que cada persona tiene dignidad, por ser una creación única de Dios, creemos en proporcionarles herramientas y oportunidades para dignificar el trabajo a través de capacitaciones.
Respetamos a cada uno de nuestros clientes en su propio viaje de sanación, respetamos sus elecciones y participación activa en el camino. A medida que trabajamos para mostrar amor, dignidad y respeto en nuestra comunidad, todos nos transformamos mutuamente.
Creemos en un solo Dios, que existe en las tres personas del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Dios es Perfecto, Santo, Justo, Soberano y Bondadoso.
Creemos que la Biblia es la Palabra de Dios, inspirada divinamente y perfectamente por Él, para dar Su verdad a la humanidad.
Creemos que la humanidad fue creada a la imagen de Dios y diseñada para tener una relación personal con Él, pero a través del pecado esa relación se ha roto.
Creemos eso, porque somos incapaces de salvarnos del pecado; Dios, en Su gracia, inició la salvación al enviar a Su Hijo para reconciliarnos con el Padre a través de Su muerte. Creemos que Él trabaja en nosotros para llamarnos a una relación con él.
Creemos que Jesús es completamente Dios y completamente hombre y que Él murió por nuestros pecados y resucitó de entre los muertos.
Creemos que Dios ha llamado a su pueblo a crear comunidad, expresado a través de su Iglesia.
Creemos que Dios equipa a sus seguidores al llenarlos con Su Espíritu Santo y al darles regalos para glorificarlo, edificar a la Iglesia y expandir su reino.
Creemos que Dios ha llamado a sus seguidores a trabajar en todas las esferas de la sociedad para reconciliar con Él a un mundo quebrantado y herido.
Creemos que el Evangelio tiene implicaciones en todas y cada una de las partes de nuestra vida, y que todos nuestros esfuerzos por alcanzar y servir a un mundo perdido deben centrarse en la noticia de que Jesucristo nos redime de nuestros pecados y nos permite una relación con nuestro Padre.