Los Evangelios mencionan en unos pocos versículos, a un grupo de dedicados amigos…un grupo suficientemente loco como para buscar de cualquier manera llevar a su amigo paralítico a los pies de Jesús, quien ya era famoso para cuando llegó a su pueblo. Habían oído que él podía curar, cambiar vidas, empezar cosas nuevas para la gente…y ellos tenían un amigo que no podía caminar. Sabían que, si tan solo podían levantarlo y ponerlo a los pies de Jesús, tal vez la historia de ese amigo sería reescrita. Cuando llegó Jesús, lo agarraron y corrieron como locos…probablemente gimiendo y sudando bajo el peso de la carga, hasta que finalmente llegaron, encontrando la puerta principal bloqueada Entonces buscaron otro camino. Levantaron el cuello para ver alrededor de la multitud, cambiaron de táctica […]