Al principio llegaron despacio, las personas con quien nos hemos conectado durante todo el año. Nuestros amigos que enfrentan adicciones y trauma. Estas personas que apreciamos, han estado luchando por subir la pendiente como de una montaña, y sanar de la explotación y abandono, cuando las esperanzas se deslizan como piedras debajo de sus pies. La subida es empinada y solitaria y les hemos estado acompañando a pasarles cuerdas y compartiendo la carga, esperando poder hacer algo. Ellos llegaron y tomaron un asiento a la mesa y sonrieron mientras poníamos música navideña y sacábamos los juegos de mesa. Nuestros clientes en el Centro de Recursos El Faro son también nuestros amigos y vienen de toda clase…desde jóvenes, a ancianos, desde tener años en la calle, a ser recientes sin trabajo […]