La semana pasada en nuestra reunión virtual con nuestro personal, escuchamos uno a uno acerca de sus actualizaciones no solo sobre trabajo, sino también acerca de la vida. Todos estamos experimentando casi las mismas cosas dolorosas. Amigos que han fallecido, familiares enfermos y sufriendo, cuerpos debilitados por episodios personales por “el virus” y el profundo dolor de no poder llorar junto a otros que están enfermos y lastimados. Nuestros clientes también lo sienten. Muchos de ellos han estado enfermos, tienen hambre, y no tienen recursos para mantener sus familias. La angustia se está extendiendo como un virus. En una cultura donde se vive tanto en comunidad, estar separados es una perdida conmovedora. No poder llorar juntos por una muerte, orar personalmente juntos, o llevar una sopa de gallina a la cama de […]