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Lloviendo Sobre Mojado

Una foto circulando por los redes sociales mostrando inundaciones en San Salvador.

El Salvador todavía está recuperándose de una tragedia sobre otra tragedia. La semana pasada, en medio de la crisis sanitaria, económica, y democrática de COVID-19, la Tormenta Tropical Amanda impactó contra la costa de El Salvador y luego golpeó directamente a San Salvador causando una gran destrucción. La tormenta llegó el domingo por la noche, al final de la semana otra Tormenta Tropical Cristóbal, también azotaba al país. Las crecientes aguas dejaron 27 muertos por inundaciones y deslizamientos y miles más de personas sin hogar.

Otra foto mostrando el daño de la tormenta.

Grandes trozos de carreteras se derrumbaron, algunas carreteras principales estaban bajo el agua y solo queda lodo donde alguna vez estuvieron las casas. La destrucción fue rápida y completa en muchas comunidades. Muchas personas que no lo perdieron todo, siguen sufriendo daños por los vientos y las fuertes lluvias. Lo lamentable de todo es que a nadie le queda ahorros después de haber sufrido el prolongado cierre económico en El Salvador. Incluso bajo la lluvia, muchos salvadoreños estaban fuera ondeando banderas blancas y pidiendo ayuda.

No fuimos inmunes al daño,  ya que ambos edificios de nuestro ministerio sufrieron fuertes daños causados por el viento y el agua. La situación del día después que Amanda golpeó fue complicada, porque las ferreterías permanecían cerrados por la cuarentena. Ese primer día llamamos a 8 ferreterías buscando materiales para hacer al menos reparaciones temporales a nuestro techo. Muchas de las personas que quedaron sin hogar hicieron todo lo posible para contactar familiares o moverse a un lugar seguro, porque el país quedó con el transporte público bloqueado. Incluso, otros tuvieron que enfrentar la opción de mudarse a un albergue lleno de gente, en el momento que se acercaba rápidamente el alcance del pico más alto de propagación del coronavirus en El Salvador.

Banderas blancas en las lluvias pidiendo ayuda.

La situación parece sombría en este momento para muchos. El doble golpe de una tormenta devastadora, seguida de otra fuerte tormenta, en medio de una pandemia global parece insondable. Se siente intenso en este momento. Familias perdieron a sus seres queridos en las inundaciones, deslaves, carros y casas fueron arrastrados por el agua, la situación económica ha estado reclamando lentamente negocios y consumiendo los pocos ahorros que las familias habían reservado para el futuro.

El dicho, “Lloviendo sobre mojado” no podría ser más cierto de lo que vivimos ahora. El Salvador ha experimentado muchas dificultades en los últimos días y el camino hacia la recuperación será largo. Estamos aquí para ello y caminando con nuestros clientes a través de esto. Sabemos que a veces Dios hace su mejor trabajo ante las peores circunstancias. Estamos muy agradecidos de que Él nos use para bendecir a otros con comida, ropa, palabras amables, y esperanza, incluso en estos tiempos difíciles. Este año esta resultando ser muy diferente de lo que habíamos imaginado, pero sabemos que esto no es una conmoción para Dios, por lo que confiaremos que Él nos ayudará a amar a los demás incluso en estos días oscuros y lluviosos.

Daños en el techo de nuestro cuarta de terapia grupal.

¡Apreciamos su colaboración, y estamos muy agradecidos con aquellos de ustedes que han respondido tan rápidamente a esta última crisis! Si desea involucrarse, haga clic aquí para obtener más información sobre como estamos respondiendo a la crisis de COVID-19 y como estamos sirviendo a los afectados por la Tormenta Tropical Amanda.

 

 

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