Una mujer se encontraba en una situación despertada. Su esposo estaba muerto y sus hijos estaban a punto de ser vendidos. Ella estaba agotada por la pobreza y injusticia y la única manera de pagar su deudas era a través de la venta de su hijos a la esclavitud. Ella buscaba donde muchos buscaban cuando sus situaciones aparecen imposibles…buscan a aquellos que dicen estar cercanos a Dios. En esto caso, ella buscó al profeta Eliseo. La narrativa completa puede encontrarla en 2 Reyes 4:1-7. Eliseo estaba presente en su sufrimiento y la escuchaba a su llanto. Pero él no aportó dinero a su problema ni le predicaba u ofertaba consejos financieros. Él vino con una pregunta que puede parece bastante rara por nosotros. Le pregunto Eliseo–.Dime, ¿qué tienes en casa? […]