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Cuando el Éxito Significa Fidelidad

Dios no me ha llamado a ser exitosa. Él me llamó a ser fiel. – Madre Teresa

¿Cómo se mide el éxito durante una pandemia? ¿Cómo podrías decir que se está llevando a cabo tu misión? ¿Haciendo bien tú trabajo? Algunos días de los últimos cincos meses, se han sentido como una caída libre. Luego un alto. Se ajusta el rumbo. Se cae de nuevo. Se repite de nuevo.

Trabajando para reparar daños después de las tormentas tropicales.

Circunstancias cambiantes, nuevas normalidades y un trastorno total han sido el procedimiento operativo estándar. Primero el albergue temporal, después la ayuda de emergencia, ahora finalmente…finalmente, un plan de reapertura está en proceso para nosotros en Mission To El Salvador. Pero todavía no sabemos cómo serán las cosas en un mes. Todos nuestros planes y proyecciones para 2020 han sido completamente eliminados. Las misiones que esperábamos completar, lugares que pensamos que nuestros clientes podrían ir. Cosas que debían empezar, graduaciones por realizarse…todo estancado y dando vueltas.

Gracias a Dios el mural del árbol no fue destruido.

¿Cuando te encanta marcar las tareas ya hechas de tu lista, ¿qué haces cuando todo en tu lista se esfuma?

Vuelves a lo que realmente significa el éxito, a lo que realmente parece. Esta frase arriba de la Madre Teresa lo dice muy bien. Ella es una heroína para mí. Se dedicó a servir a los más pobres y desamparados. Ella sufrió con los que sufrían y allí se encontró con Jesús. Ella no midió su éxito por la cantidad de personas que salieron de los barrios bajos de India, o por cuántas fueron sanadas de la lepra.

Ella midió el éxito simplemente por la fidelidad.

¿No es eso todo lo que Dios nos está pidiendo de todos modos? Pero me gusta complicar las cosas con mis propios esfuerzos y mi arduo trabajo, mis planes, y mis mejores estrategias. Pienso en Moisés en Éxodo 17. Su único trabajo era presentarse con el ejército de Dios para una batalla con los Amalecitas. Dios no exigió una estrategia, o alguna innovación ingeniosa para enfrentar al enemigo. Simplemente llamó a Moisés para que se quedara allí con los brazos levantados en obediencia. Cuando sus brazos cayeron, también lo hizo el ejército israelita. Pero ni siquiera pudo completar esa tarea…se cansó, se sentó, confió en que otros le levantaran sus brazos, pero al final se mantuvo fiel en el rumbo y ganó la batalla.

Graffiti que vistamos caminando después de la cuarentena.

Ha habido momentos durante estos últimos meses en los que he estado tentada a empacar las maletas e irme. Sintiéndome solitaria, aislada, y aterrada. Me he sentido insegura lejos de la familia, me he preguntado si estoy tomando las mejores decisiones como madre. El desánimo y la decepción han sido como cargas pesadas de soportar. A pesar de las luchas, no me arrepiento de habernos quedado porque sé que hemos sido fieles a nuestro llamado.

Hemos estado cansados, nos hemos apoyado mucho en los demás, nos hemos sentado y ciertamente no hemos tenido el éxito de la manera que esperábamos. Pero hemos mantenido el rumbo.

Nuestra fidelidad ha sido confusa y está lejos de ser perfecta.

Pero la fidelidad de Dios permanece firme, en contraste con la nuestra. Su fidelidad hacia nosotros ha sido constante e inquebrantable. Para tener éxito, solo necesitamos apoyarnos en el trabajo que Él está haciendo. Porque se está moviendo frente a la adversidad. Hay sanidad en la vida de nuestros clientes…meses y meses de sobriedad, reconciliaciones familiares, resoluciones nuevas y saludables, y mucho más.

Para tener éxito en esta temporada, simplemente tenemos que presentarnos a la batalla, levantar los brazos cansados y ser fieles al que Es infinitamente más fiel a nosotros.

La sencilla libertad de caminar afuera de la casa o oficina.

 

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