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CRECIENDO EN COMUNIDAD

Básicamente cada planta que intento sembrar ha muerto. No hago un buen trabajo arrancando la hierba mala en el momento adecuado, ni calculando la cantidad correcta de agua para las plantitas. No hago un buen trabajo bloqueando el sol, ni permitiendo la cantidad de luz adecuada. En resumen, no soy buena para cultivar cosas verdes.

Cuando pienso en cultivar, pienso en crear un ambiente donde el crecimiento pueda darse. Ajustando lo necesario, agregando los elementos adecuados, quitando los obstáculos, y arreglando las plantas para que crezcan libremente.

Me gusta pensar que quizás una comunidad puede funcionar de forma similar. ¿Qué pasaría si pudiéramos cultivar una comunidad? Alimentarla, protegerla, y ayudarla a crecer. Eso realmente sería algo en lo que vale la pena invertir, ¿no es así?

Hay muchos obstáculos, mala hierba, que se levanta para intentar ahogar a una comunidad saludable. En nuestro caso, estos obstáculos incluyen no solo las dinámicas de las relaciones, sino que también obstáculos adicionales como violencia y pobreza. Adicionemos dinámicas de poder poco saludables, abuso, explotación, adicciones, deportaciones, un sistema de justicia que no siempre funciona…y tenemos gente que se le dificulta crecer, así como una flor que lucha para crecer en una grieta en el pavimento.

photo credit: mccory.com

Entonces, ¿qué podemos hacer?

Creemos que, con la ayuda de Dios, podemos hacer mucho. Poder facilitar espacios donde la comunidad pueda prosperar. Podemos ofrecer oportunidades. Podemos fortalecer vínculos de relaciones saludables y trabajar para romper las que no lo son. Podemos hacer brillar la luz del evangelio sobre estas plantas jóvenes que están tratando de crecer, y hacer nuestro mejor esfuerzo para encontrar soluciones y eliminar los obstáculos que bloquean el crecimiento saludable.

¿Y cuál es el ingrediente más importante para que crezca una comunidad fuerte? Las personas, ¡por supuesto!

Relaciones, conexiones…personas. Acompañarse unos a otros en sus altibajos. Estar presentes en la vida de alguien que está golpeando una pared de ladrillos o una base de roca. Celebrar con alguien el hecho de arrancar la mala hierba. Queremos hacer todo lo posible para hacer crecer una comunidad fuerte a través de los programas que ofrecemos. Una comunidad basada en las verdades de la Palabra de Dios y el Amor a Su gente.

photo credit: mccory.com

¿Sabes qué? ¡Necesitamos que nos ayudes a hacerlo! Hacer crecer una comunidad aquí en El Salvador, implica que necesitamos una comunidad fuerte alrededor de todos de nosotros. Para darnos agua, para dejar brillar el sol, para eliminar la mala hierba. ¿Cómo puedes hacer eso? A través de la oración, voluntariado, y apoyo financiero.

Así que te invitamos a participar… ¿quieres unirte a nuestra comunidad? ¡Crezcamos juntos! Tú puedes unir a nuestra campaña “CRECIENDO EN COMUNIDAD” haciendo una donación aqui. ¿Quieres servir con nosotros? ¿O comprometerte a orar? Comunícate con nosotros por correo a info@missiontoelsalvador.com y ¡hablemos!

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