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Nueva Vida

En nuestro ultimó blog, escuchamos de una de las coordinadoras de casos en el Centro de Recursos El Faro. Esta semana, Claudia, una de nuestras terapeutas que trabaja con nuestro Programa Residencial Un Nuevo Amanecer, comparte cómo ha sido acompañar a los chicos virtualmente en su proceso de recuperación de adicciones. 

Una reunion virtual con el equipo de Nuevo Amanecer.

Los residentes de Un Nuevo Amanecer tienen muchos rituales significativos y uno de ellos es cada mañana recitan su himno, al finalizar los adolescentes cierran con un particular grito el cual dice: NUEVA VIDA, lo hacen con mucho entusiasmo y fuerza para iniciar su día. Ahora bien, recordaba esa frase en estos momentos donde ellos han tenido que regresar a sus casas por causa del Covid 19 y están cumpliendo cuarentena domiciliar como todos en el país.

Recuerdo el día que nos reunimos y dimos la noticia que debían regresar a sus casas ya que debíamos priorizar su vida y salud, fue un momento difícil, aunque no lo crean, luego que ellos muchas veces hacían berrinches por querer salir, en esa ocasión no querían abandonar el programa, en ese momento Dios puso en mi corazón una promesa que está en el libro de (génesis 28:15): “Yo estoy contigo. Te protegeré por donde quiera que vayas y te traeré de vuelta a esta tierra. No te abandonare hasta cumplir con todo lo que te he prometido”. Y definitivamente como equipo y programa de nuevo amanecer nos unimos en la promesa de no abandonarlos y continuar con ellos en su proceso de rehabilitación.

Iniciamos una NUEVA VIDA donde el mundo virtual se apodero de la forma de tener contacto con las demás personas y eso no nos excluyó a nosotros como programa, tuvimos que adaptarnos y continuar con el proceso de rehabilitación de los adolescentes de forma virtual, donde sus terapias psicológicas en el área emocional y drogodependencia, así como el seguimiento familiar ahora se realizan a través de video llamadas en diversas plataformas virtuales.

Ha sido una aventura donde hemos descubierto nuevos talentos de nuestros jóvenes, así como hemos podido ver los frutos del trabajo realizado los meses anteriores dentro del programa ya que luego de cuatro meses virtuales ninguno de los adolescentes ha desertado de su proceso de rehabilitación y mantienen la convicción de querer cambiar, mantienen el interés por recibir sus terapias y son participativos en las video llamadas, la mayor parte del tiempo cumplen con sus tareas asignadas, porque saben que una falta representa una consecuencia a cumplir (tratamos de mantener una rutina muy parecida a la forma presencial) y eso les ayuda a fomentar su nivel de responsabilidad. Por otra parte, hemos realizado sesiones de convivencia donde celebramos cumpleaños de uno de nuestros residentes, así como de algunas personas del equipo técnico; además hemos tenido sesiones donde hacemos rutinas de ejercicio o simplemente nos conectamos para jugar y pasar una tarde divertida como la familia que por decisión hemos creado.

Sin embargo, como en cualquier viaje nuevo nos enfrentamos con retos como lo son la accesibilidad a una buena conexión de internet o tener privacidad a la hora de sus terapias, sabemos que las familias salvadoreñas son muy extensas y muchas veces viven en casas muy pequeñas y las familias de nuestros residentes no son la excepción; así también a otros retos mucho más complejos como enfrentar su realidad social porque en algunas zonas donde viven nuestros residentes existe el mundo de la droga de forma muy explícita; a pesar de ello nos sentimos muy orgullosos de nuestros chicos que ha superado cada reto en esta NUEVA VIDA y confiamos que pronto volveremos a nuestra residencia y luego de esta etapa un poco oscura para todos veremos UN NUEVO AMANECER.

 

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