Her head was bent against the woman’s next to her as they quickly pieced together a child’s puzzle on the floor. A look of annoyance flickered across her face when she realized that a piece was missing. The picture was incomplete, the image coming into focus, but still distorted.

In that moment, Jon pulled the missing pieces out from behind his back and handed them to each group. Quickly, she pressed the last piece into place and looked up with a smile. There it was, the image in view.

Solving a child’s puzzle wasn’t just a moment of amusement, but rather a metaphor to talk to her and our other clients about new things, transitions, opportunities for growth. A few weeks ago we made a big change. We consolidated all of our existing programs for adults into one new initiative, the Lighthouse Resource Center. We have shared with you about this resource center for several months, and now it is becoming a reality.

During this early stage, our main goal has been to help all of our clients who have been part of our previous adult programs adapt to this new model. The resource center isn’t just about programs, it’s about processes. We all go through processes of growth and change in our lives, and at the resource center that is our focus…to journey together toward transformation. Those processes look a lot like solving a puzzle. You see, puzzles are easier to solve in groups, and the more pieces that come together the clearer the image becomes. To see the whole picture, a lot of things need to fall into place.

Our prayer is that the resources we are offering, within the context of relationships, will fill in those pieces. We all hold a piece of the puzzle. Each client makes a commitment to growth, and we make a commitment to growth too. The truth is that we are transforming each other’s lives as we work to open up doors and provide new opportunities as a community.

New resources and new opportunities look like showers every morning, and lunch every day at noon. Those pieces include therapy, Bible studies, and vocational workshops along with other resources to offer all kinds of support to our clients.

And that woman who placed the missing piece into the puzzle? We are seeing a lot more of her as she attends our new job preparation workshop each week. Her pieces are falling into place and a new journey has begun.

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Su cabeza estaba inclinada contra la de una mujer que estaba a su lado cuando rápidamente armaron en el suelo el rompecabezas. Una mirada de molestia cruzó su rostro cuando se dio cuenta que faltaba una pieza. La imagen estaba incompleta, la imagen estaba ya bastante clara, pero aún estaba inconclusa.

En ese momento, Jon sacó las piezas faltantes de la espalda y se las entregó a cada grupo. Rápidamente, presionó la última pieza en su lugar y levantó la vista con una sonrisa. Ahí estaba, la imagen a la vista.

Resolver el rompecabezas no fue solo un momento de diversión, sino más bien una metáfora para hablar con ella y con nuestros otros clientes sobre nuevas cosas, transiciones y oportunidades de crecimiento. Hace unas semanas hicimos un gran cambio. Consolidamos todos nuestros programas existentes para adultos en una nueva iniciativa, el Centro de Recursos El Faro. Hemos compartido con usted acerca de este centro de recursos durante varios meses, y ahora se está convirtiendo en una realidad.

Durante esta etapa temprana, nuestro objetivo principal ha sido ayudar a todos nuestros clientes que han sido parte de nuestros programas para adultos anteriores a adaptarse a este nuevo modelo. El centro de recursos no se trata solo de programas, se trata de procesos. Todos pasamos por procesos de crecimiento y cambio en nuestras vidas, y en el centro de recursos ese es nuestro principal enfoque … viajar juntos hacia la transformación. Esos procesos se parecen mucho a resolver un rompecabezas. Verás, los rompecabezas son más fáciles de resolver en grupos, y cuantas más piezas se junten, más clara se vuelve la imagen. Para ver el cuadro completo, muchas cosas deben encajar en su lugar.

Nuestra oración es que los recursos que ofrecemos, dentro del contexto de las relaciones, sean esas piezas que completan el rompecabezas. Todos tenemos una pieza del rompecabezas. Cada cliente se compromete con el crecimiento y nosotros también nos comprometemos con el crecimiento. La verdad es que estamos transformando las vidas de los demás a medida que trabajamos para abrir puertas y brindar nuevas oportunidades como comunidad.

Los nuevos recursos y las nuevas oportunidades no consisten en simples duchas durante todas las mañanas y almuerzos todos los días al mediodía. Esas piezas incluyen terapia, estudios bíblicos y talleres vocacionales junto con otros recursos para ofrecer todo tipo de apoyo a nuestros clientes.

¿Y esa mujer que colocó la pieza faltante en el rompecabezas? Estamos viendo mucho más de ella mientras asiste a nuestro nuevo taller de preparación laboral cada semana. Sus piezas están cayendo en su lugar y un nuevo viaje ha comenzado.